Celebran el 277 aniversario de la llegada de la pintura original de la Madre Santísima de la Luz a esta Arquidiócesis de León.
Homilía En La Solemnidad de la Madre Santísima de la Luz
Arzobispo José Guadalupe Martín Rabago
María es así signo y anticipo de la llegada de los tiempos nuevos. Es aurora que anuncia la cercanía de un amanecer luminoso. Por eso en su presencia se vive la alegría de los tiempos mesiánicos. El evangelio pone en boca de Isabel estas palabras: » apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno «.
Desde hace ya 277 años esta piadosa y venerable imagen de la Madre Santísima de la Luz acompaña el peregrinar histórico de esta comunidad leonesa; no podemos entender el catolicismo de esta iglesia particular, sin este soporte materno, cálido y entrañable.
A lo largo de este tiempo la devoción a la Madre Santísima de la Luz se ha sostenido, principalmente, a través de los variados y ricos aportes de la piedad popular; así ha logrado mantenerse viva y ser fuerte de identidad religiosa y cultural para nuestra Diócesis. Debemos saber apreciar esta forma de expresión de nuestro pueblo creyente; de hecho la piedad popular contiene una gran riqueza de valores que responden con sabiduría cristiana a los grandes interrogantes de la existencia humana.