Eran las 21:00 horas cuando el nazareno Paúl Delgadillo hizo sonar su silbato para, con ello, dar comienzo al partido de ida de la final de la Primera “A” entre el Irapuato y el Querétaro. El lleno en el estadio Sergio León Chávez era impresionante. El despliegue de las fuerzas del orden, suficiente, preciso, adecuado. El ambiente, totalmente futbolero. Los cánticos de “Los hijos de la mermelada”, estentóreos e insistentes. Las expectativas, muchas y con presagios y deseos de triunfo y… sin embargo, la Trinca Fresera del equipo Irapuato, no pudo alzarse con un triunfo que le hubiese hecho ir con más tranquilidad a pagar la visita el próximo domingo cuando a las 19:00 tenga lugar en el estadio “La Corregidora” el partido de vuelta que definirá al campeón de este torneo de apertura del torneo de ascenso del futbol nacional.
El resultado del encuentro fue un empate a cero goles, pero el Irapuato bien pudo llevarse una contundente derrota por dos goles a cero, si los queretanos hubiesen aprovechado las muchas opciones (dos, muy claras) de gol y si la fortuna no hubiera dejado de sonreírle a la Trinca a lo largo de los 90 minutos de juego que debió conformarse con un deslucido y apurado empate con sabor a victoria, puesto que estuvo a un paso de observar de cerca el feo rostro de la derrota.
El Irapuato mostró orden y, como de costumbre, una solvencia y solidez en su línea defensiva a toda prueba. Los medio campistas, bullidores, con mucho fuelle, apoyando a su retaguardia y alimentando de balones a su vanguardia; una vanguardia que no acaba por entenderse del todo y que no concretizó las pocas oportunidades de gol que se le presentaron. Danilo de Oliveira es un hombre alto, espigado, veloz, peleador y tesonero en la disputa del balón pero, la más de las veces, con la pólvora mojada o la mira desviada del objetivo de todo delantero: la cabaña del gol. Sergio el “Alvin” Pérez, a pesar de su escasa estatura, es muy habilidoso y es el que genera más sensaciones de peligro en esa dupla de la Trinca que no se asocia a plenitud.
El Querétaro mostró que es un equipo muy cohesionado y de jerarquía. No vino a encerrarse, buscó el triunfo y a punto estuvo de lograrlo si Mauro Gerk no falla una discutible pena máxima que marcó Paúl Delgadillo en el minuto 25 del segundo tiempo que más parecía falta de Arellano -delantero “Gallo”- y si Valtencir Gómez en la agonía del encuentro, en tiro de castigo desde fuera del área, mete la de gajos en vez de estrellarla en el poste del arco fresero.
Así se escribió la historia. Nada para nadie. Ahora, a esperar el próximo encuentro definitorio. La moneda está en el aire.
IRAPUATO.- Humberto Martínez, David Hernández, Miguel Gutiérrez, César Márquez, Juan Carlos Arellano, Jonhatan Miramontes, Efraín Cruz, Horacio Franco (Manrique 67´), Juan Garza (Carlos Ramírez 60´), Danilo de Oliveira (Arturo Chávez 80´) y Sergio “Alvin” Pérez.
QUERÉTARO.- Guadalupe Martínez, Luis Daniel Cano, Ignacio González, Raúl Rico, Marco Jiménez, Emilio López, Leo Castro, Héctor “Pirata” Castro, Jonhatan Tridente (Carlos Araujo Regis 56´), Mauro Gerk (Valtencir Gómez 89´) e Isaac Romo.