Homenaje Nacional Al Gran Actor Joaquín Cordero

El Gran actor Joaquín Cordero recibió un Homenaje Nacional en el XI Festival Internacional de Cine Expresión en Corto 2008 en el Auditorio del Estado de la Ciudad de Guanajuato, Guanajuato el pasado sábado 26 de Julio.

» Un actor no debe perseguir dinero ni fama. Eso llega después de trabajar muy duro. Para vivir de la actuación hay que adelantarse seria Y profundamente en el oficiio porque no es una carrera común y corriente, sino que trae consigo la responsabilidad de comunicarse directamente con el público, con el pueblo». Ahí las palabras de Joaquín Cordero, a quien a sus más de ochenta años de edad no ha abandonado lo que ha sido su pasión de toda la vida: la actuación. Dos cualidades se requieren para entregarse a dicha disciplina, según el actor, «ser responsable y respetar al público». Sin embargo, la responsabilidad y el respeto ha sido cimientos definitorios no sólo en la carrera actoral de Cordero, sino en su vida misma, y mucho de ello se debe a Fernando Soler, quien fue su maestro y padre artístico.

Joaquín Cordero nació en la ciudad de Puebla, en 1922. Cuando aún era muy pequeña su familia se trasladó a la capital mexicana, lugar donde Joaquín decidió hacerse seminarista. Cuando transformarse en sacerdote era la senda a seguir optó por la carrera de leyes. Después de tres años de claees, y revelándose ante las expectativas de su familia, cambió de ruta nuevamente, esta vez hacia la actuación.  «Comencé como extra», ha declarado al respecto; «yo hago cualquier personaje, sea chico a grande, porque ese es mi trabajo » . Formalmente, su debut fue en la cinta El corsario negro, en 1944, y para 1951 ya sostenía en sus manos su primer Ariel por Mejor Actuación gracias a Las dos huerfanitas. Su más reciente condecoración fue una Diosa de Plata, por una trayectoria de más de sesenta años. Sobre su colección de premios, ha dicho. «lo que un premio me dice es que se me ha colocado en un lugar muy alto, y que debo respetar ese hecho haciéndome digno de la condecoración. Un premio es, antes que nada, un compromiso «.

Ha participado en más de 130 filmes, entre las que sobresalen Los tres calaveras, Yo maté a Juan Charrasqueado, Pepe El Toro, Santo contra el cebero del mal, El tesoro de Chucho El Roto o Juventud sin dios.  en cuanto a la pantalla chica, su debut televisivo fue en 1960, y desde entonces más de dos decenas de telenovelas y varias otras de teatro avalan su talento con una amplia gama de perfiles. El propio actor habla: » me gusta especialmente mi carrera por la cantidad de personajes que he tenido la oportunidad de encarnar: policías, sacerdotes, boxeadores, mendigos, reyes … esa diversidad me ha enseñado que, a través de las enseñanzas de esos personajes, puedo mejorar mi vida personal». Cordero jamás se ha detenido, de hecho, actualmente participa en una telenovela de impacto profundo en México, y lo hace con la sapiencia que otorgan los años, «el actor tiene una ventaJa con su oficio: practicar la mentira. Hacer eso aparentemente no deja nada bueno, pero al final igualmente hereda una enseñanza: lo que no se debe hacer. Y es que la actuación singnifica consagrarse al arte, exige entrega. Personalmente yo he sufrido muchas penalidades en el camino, pero al final he conseguido superarlas y me siento satisfecho por ello. Tengo una certeza: con fe y buena voluntad, la actuación puede transformar a un individuo común y corriente con un ser humano extraordinario».

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