Pekin, 12 Ago ( EFE) Paola Espinoza y Tatiana Ortiz comenzaron a sincronizar sus saltos en la plataforma para los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 y su unión rindió frutos al darle a México su primer medalla en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Antes de los Juegos de Río, los senderos deportivos de Paola y de Tatiana corrían como dos rieles de ferrocarril, de forma paralela, hasta que llegaron a trabajar juntas con la entrenadora china Ma Jin, a raíz de un problema extradeportivo en los clavados mexicanos.
Paola, la reina de los clavados mexicanos en los últimos años y abanderada en Pekín, y Tatiana, deportista que de niña jugó fútbol americano, empezaron a saltar juntas desde la plaforma, bajo la mirada de su entrenadora.
La formación de esta pareja relevó a la que Paola hizo en Atenas con Jashia Luna y Laura Sánchez en los saltos sincronizados de la plataforma y el trampolín y dejo ver que ambas tenían más cosas en común de lo que parecía, y ha resultado más exitosa.
Nacida en 1986 en la Paz, Baja California Sur, Paola es desde el 2002 la gran promesa de los clavados mexicanos y fue la máxima medallista de Río 2007.
Aunque Paola no tuvo suerte en los Centroamericanos de Cartagena 2006, fue la máxima medallista de su país en los Panamericanos 2007, con tres oros y una plata, y este mismo año obtuvo el premio nacional del deporte en su país.
En cambio, Tatiana dominó el trampolín de un metro en los Juegos Centroamericanos de 2006 y junto con Paola ganó la medalla de plata de la plataforma sincronizada, para considerarse com una de las mejores saltadoras de México.
Nacida en la capital mexicana en 1984, Tatiana forma parte de una familia vinculada al fútbol americano, deporte que practicaron su padre y su madre, además de que actualmente su hermano milita en el equipo Aztecas de la Universidad Anáhuac.